dimarts, 20 de setembre del 2016

Día 7 - Vuelta

Hoy, 26 de Septiembre, finalizo mi estancia en París y vuelvo a mi hogar, Barcelona.
He pasado una gran semana en esta ciudad ya que he tenido la oportunidad de aprender cosas que no sabía y también he podido disfrutar un maravilloso día en Disneyland París.

Después de desempaquetar las maletas y de haber descansado en el hotel, el día siguiente fui a la Torre Eiffel y me subí a lo alto para disfrutar de las vistas desde la altura; el día seguido fui a ver obras famosas al Louvre y aprendí cosas que no sabía sobre ellas y sus artistas; después, el siguiente día visité Notre Dame y ahí vi la catedral que siempre quise ver desde pequeña; el día a continuación fui a ver Montmatre, donde aprendí mucha cultura e historia; finalmente, ayer fui a Disney, mi lugar más soñado de este viaje, me lo pasé de maravilla ya que pude gozar de todas las atracciones y espectáculos de mi agrado.

Esta mañana me he despertado a las 9:30, con descanso suficiente. Me vestí y bajé al bar del hotel a coger un desayuno rápido porque quería tener tiempo suficiente para llegar a la hora de comer a Barcelona. Hacía un día un poco nublado, pero esperaba que no lloviese y pudiese regresar a mi casa sin problemas ya que, a las 13h, tengo una comida con toda mi familia incluyendo los que vienen de América, lo cual hace la quedada aún más interesante.

Después del desayuno, cogí una bolsa con las cosas que no tenía empaquetadas (móvil, ordenador, pijama...) y la puse donde las otras maletas.
Pasados unos minutos, después de esperar un taxi, éste me llevó sin retraso alguno al aeropuerto. Una vez en el aeropuerto, esperé mi vuelo de las 11h.

En el avión, 30 minutos pasados ya, mientras escuchaba música, oí a la señora del altavoz hablar, aunque la pude escuchar con escasez. Decía que iba a haber un retraso por el mal tiempo, en ese momento no me podía creer que fuese a llegar tarde. El avión se desvió y paró en el aeropuerto más cercano posible.
Estuve esperado durante una hora y ninguna noticia. Si seguía así, entre desempaquetar las maletas, prepararme para el evento e ir a casa de mis padres, iba a llegar tarde.
Finalmente anunciaron, después de hora y media, que el tiempo apenas había mejorado pero lo suficiente para poder seguir con el vuelo. Aliviada de que no tuviese que esperar más, me apuré dentro del avión y seguí escuchando música.

Llegué al aeropuerto de Barcelona a la 13:30 y obviamente ya llegaba tarde. Intenté llamar a alguien de mi familia pero nadie contestaba así que dejé de insistir y me apuré en pedir un taxi y llegar a casa para poder prepararme a toda prisa.
Bajé corriendo del taxi y corrí una manzana hasta que llegué a mi casa. Cogí las llaves y al abrir estaba todo igual a como lo había dejado cuando me fui.
Dejé las maletas en la entrada, y rápidamente subí a darme una ducha y prepararme.
No tenía tiempo de coger transporte público así que pedí un taxi, otra vez.
Al llegar todos hablaban animadamente y apenas parecía presente el hecho de que hubiese llegado tarde, así que saludé a todos y me acoplé en la mesa.
Pasé toda la tarde así, hablando con familiares: primos, tíos, abuelos, etc. Cuando anocheció nos despedimos todos y cada uno se fue a casa por su cuenta.
Llegué y nada más ponerme mi pijama y caer en la cama, me dormí llena de este día.

Anna Mei

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